Cuando tu hijo juega y te hace preguntas

Cuando tu hijo juega y te hace preguntas

En mi timeline de Facebook hoy se viralizó un tremendo #FAIL de la agencia que maneja la cuenta de Sony Playstation: una imagen de un niño jugando con una PS Vita y la leyenda «Cuando tu hijo juega no te pregunta como llego al mundo». Si reducimos el uso de una consola a la posibilidad de callar por unas horas a nuestros hijos estaremos cometiendo un grave error, demasiado evidente, demasiado grosero… demasiado equivocado.

¿Los videojuegos son alienantes? Pueden serlo, por supuesto. ¿Los videojuegos nos permiten desentendernos de nuestros hijos? Podría ser, por supuesto. ¿Hay padres irresponsables que deberían ser quemados en una hoguera y sometidos al escarnio público? Quizás sí. ¿Son las consolas el objeto preferido del anticristo para aniquilar a la juventud? Ehmmm… ni tanto tampoco.

En base a mi experiencia como padre tengo una sugerencia para la gente que maneja la publicidad de Sony Playstation: una frase levemente diferente (aunque, acepto, con poco sex appeal).

Cuando tu hijo juega, tu hijo te hace preguntas.

¿Esa bandera es de Paraguay? ¿Los zombies existen? ¿Los frijoles te hacen dar pedos? ¿Por qué usan sombreros grandes en México? ¿Comen muchos tacos allá? ¿Por qué los banqueros quieren llevarse toda la plata? ¿Cuánto es 8 – 3? ¿Qué es un mafioso?

Jugar a un videojuego también puede ser compartir algo que me gusta hacer a mi con algo que le gusta hacer a él. Puede ser un buen momento para charlar. Puede ser un momento para aprender y para enseñar. Depende de vos responder o no a las preguntas que tu hijo se hace cuando juega.