Como tengo mi curriculum actualizado en mi perfil en LinkedIn, me pareció mejor escribir algo bastante menos formal sobre mi origen y algunas de mis particulares convicciones en lo que se refiere a las temáticas tratadas en este blog.
Nací en San Miguel de Tucumán, Argentina, en el año 1977. Al interés por los negocios lo heredé de mi padre comerciante (y contador) y al cariño por el pizarrón y las palabras de mi madre, profesora en letras. A mi abuela le debo el acercamiento a la tecnología desde chico, a través de una Drean Commodore 64, el mejor regalo que recibí en mi vida. Aprendí un montón de otras mañas solito, porque no es bueno repartir culpas todo el tiempo por ahí.
Estudié Administración de Empresas para no perder un año y medio de cursado de la carrera de Contador ya empezada. Mientras que Contabilidad II me regalaba dolores de cabeza, Administración I me enseñaba que 1 + 1 podía ser 2, 3 o la nada misma. ¿Hay alguna matemática mejor que esa?
Mientras estudiaba consideré dedicarme a Recursos Humanos primero y a la gestión de Organizaciones Sociales después (pocos saben que para esa época cursé un par de materias en la carrera de Trabajo Social… < ¡sh! no le digan a nadie que les conté >). Sin embargo, la capitalización de horas y horas de chatear en canales de IRC y navegar con la tarifa plana de 0 a 8 hs rindieron sus frutos y terminé más cerca de Internet, la programación y el diseño web.
Terminé de abrazar con cariño los años de estudio universitario a través de la observación y crítica de cuanta relación con empresas he tenido desde entonces, ya sea como proveedor, cliente o mero tercero interesado. El sentido común (que es el menos común de los sentidos) se ha visto reforzado por años y años de repeticiones sobre eficiencia, eficacia, pirámides de Maslow, cadenas de mando, cambios de paradigmas, análisis FODA, diferenciación o liderazgo en costos y, por qué no, la administración científica de nuestro amigo Taylor.
Soy de los que creen que las PyMES le dan forma a nuestro mundo. Piensen cuántas pequeñas y medianas empresas han hecho mejor o peor su día de hoy. Piensen cuantos de nosotros hemos trabajado o trabajaremos en una PyME hasta el final de nuestros días. Creo con convicción que los pequeños emprendimientos son los que mejoran nuestra calidad de vida. Creo también que son las PyMES las que más deben aprender de principios de gestión para mantenerse, fortalecerse y crecer.
La tecnología y el diseño son las paradas en las que me bajé en el recorrido del tren de mi carrera profesional. A Internet le debo tanto que no sabría por donde empezar. Al diseño me lo encontré casi de casualidad y he aprendido a quererlo, valorarlo y defenderlo, aún cuando ya esté bastante grande y no necesite que lo defiendan realmente.
Soy un poco obsesivo y bastante menos ecléctico de lo que me gustaría creer que soy. Me gusta enseñar y hablar en público pero no por eso soy menos antisocial. Disfruto de los videojuegos y de los juegos de mesa por igual. Creo que el tiempo no es el suficiente para consumir todo el cine y la música que me gustaría. Y estoy seguro que escribo mucho peor de lo que podría hacerlo. Pero esto es lo que hay. Y este blog es el resultado de ello. Ustedes dirán si es suficiente o no.