El emprendedor Messi y otras historias de éxito

El emprendedor Messi y otras historias de éxito

Este post es el primero de una serie de artículos relacionados con el problema del abuso de los testimoniales y casos de éxito en la capacitación de emprendedores.

No caben dudas que Messi es un tipo exitoso. Ahora, ¿es Messi un emprendedor?. Estoy seguro que muchos organizadores de charlas y conferencias para emprendedores lo pondrían sin titubear a la cabeza de cualquiera de sus eventos. Por suerte (para todos nosotros) Messi está demasiado ocupado jugando y facturando en otras actividades por lo que estimo que esto no ocurrirá, al menos por un tiempo.

Según Wikipedia el término emprendedor «es comúnmente usado para describir un individuo que organiza y opera una empresa o empresas, asumiendo un riesgo financiero». Esto claramente no ha impedido que múltiples famosos, de todas las formas y colores, invadan los eventos para emprendedores de todo el mundo. Ejemplos tan diversos como deportistas, humoristas e incluso supervivientes de catástrofes sirven para ejemplificar esta práctica que no estoy seguro de poder definir como una moda pasajera.

Más allá del cholulismo, ¿qué explica la presencia de un famoso en un evento para emprendedores? ¿Qué puede aportarle un famoso a un emprendedor? Dado que su experiencia se aplica en una actividad completamente diferente a la del asistente, dificilmente sea extrapolable. ¿Qué nos queda entonces? Cuando todo lo demás se va siempre nos acompañan la inspiración y la motivación. Dígamoslo claramente: el fracaso está lleno de tipos motivados. Te desafío a analizar el fracaso de algún emprendimiento cercano y jugar a detectar sus causas. Si tu respuesta es falta de motivación, te pido atentamente que mires de vuelta. La motivación, aún cuando puede ser un factor que entre en juego, casi nunca es preponderante.

Necesitamos menos motivación y más capacidad de ejecución. Menos famosos y más docentes. Menos forma y más contenido.

Y antes de irnos recordemos siempre que la culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer. En tanto los eventos liderados por personalidades del deporte y el espectáculo sigan siendo convocantes, seguiremos teniendo lo que nos merecemos: un montón de charlas inútiles, cargadas de anécdotas y consejos que, al terminar el día, no nos aportarán nada nuevo a nuestro recorrido de todos los días por el camino del crecimiento empresarial y profesional.