¿Qué pueden hacer las universidades para acompañar el desarrollo emprendedor? ILUSTRACIÓN DE ALEJANDRO MIGUELES

El rol de las universidades frente al emprendedorismo

Odio la palabra “emprendedorismo”. En los últimos años demasiados se han ocupado de gastarla, banalizarla, ensuciarla y mal usarla. Hemos visto emprendedores hasta en la sopa: emprendedores en los reality shows, emprendedores en los anaqueles de las jugueterías, emprendedores bajo tu cama, en las revistas, en el consultorio del dentista, en las iglesias y en las empresas. Emprendedores all over the place.

Aunque odio el término, estoy convencido que el emprendedorismo es parte de una realidad que llegó para quedarse y que, sin ninguna duda, provoca un efecto positivo en el desarrollo de las economías locales y regionales y brinda una posibilidad única de crecimiento personal para el emprendedor que enfrenta el desafío de encarar un proyecto propio.

A medida que la movida emprendedora crece y va ocupando los temas de conversación en los pasillos de las empresas, los cafés e incluso los almuerzos familiares, aparece en juego la figura de la Universidad, usualmente vapuleada por su inacción y su marcada ausencia en la realidad del emprendedor. Parece ser que la educación superior no está siendo útil para quien ha decidido emprender.

En mi opinión las universidades han acusado recibo; lo preocupante es que el golpe ha dejado mareada a algunas que han salido a tirar manotazos al aire. ¿Cuál debería ser el rol de las universidades en el desarrollo del emprendedor?

El emprendedor y la educación formal

¿Necesita el emprendedor un título universitario? Por supuesto que no. ¿Puede beneficiarse un emprendedor del aprendizaje recibido a través de una carrera universitaria? Claro que sí (y nótese que no hago referencia al título, el cual al emprendedor le sirve de poco y nada).

Aunque los conocimientos provistos por la educación formal pueden ser útiles al emprendedor lo más importante es el aprendizaje de un modelo que le permita la incorporación de nuevos conocimientos una vez terminados los estudios (es ineludible la necesidad para el profesional de un aprendizaje continuo), una visión abarcativa e integradora de la disciplina y un cúmulo de contactos entre compañeros y profesores cuyo valor, aun siendo difícil de calcular, no debería ignorarse.

¿Y qué hay de los planes de estudio? La incorporación de materias optativas directamente relacionadas con el campo de acción del futuro profesional que brinden herramientas complementarias de gestión y que acerquen al estudiante a la realidad de su profesión es una buena idea que aún debe implementarse en la mayor parte de las carreras disponibles en la oferta local.

Extensión universitaria y emprendedorismo

Más importante, a mi entender, que lo que puede hacerse en el marco de la educación formal es lo que las universidades pueden hacer a un nivel de extensión. ¿Cómo puede la Universidad acompañar al emprendedor en su realidad cotidiana? ¿Desde dónde puede la Universidad hacer un aporte sustancial a este emprendedor?

Señores: ha llegado la hora de dejar de lado los aspectos motivacionales y el networking. Otras organizaciones pueden cubrir mejor esos espacios; ese no es el lugar que la Universidad debe ocupar. La Universidad debe hacer lo que mejor sabe hacer: proveer de conocimientos y habilidades de carácter técnico al emprendedor.

Emprendedores en actividades relacionados con el campo necesitan capacitarse a través de propuestas de extensión de facultades de agronomía; emprendedores en el área de la salud pueden incorporar conocimientos a través de actividades de extensión de facultades de bioquímica, farmacia y medicina; ¡todos los emprendedores necesitan de una serie de conocimientos que facultades de derecho y ciencias económicas están en condiciones de proveer! Transmitir el saber y el saber hacer al que ya ha decidido querer hacer.

Me quedo con dos preguntas que deberán responderse afirmativamente para que esto pueda llegar a convertirse en una realidad:

  1. ¿Las propuestas de extensión de las universidades llegan al conocimiento del emprendedor no graduado? De nada sirve que la oferta sea grandiosa si el emprendedor no se entera de la misma.
  2. ¿Manejan las universidades y sus docentes conocimientos actualizados y vigentes aplicables a la realidad del emprendedor? Un desafío posible pero complejo ante la realidad académica universitaria de nuestro país.

Publicado originalmente en el Blog Taylor Tenía Razón en La Gaceta.