Bandersnatch y Mosaic: cuando salir primero no te hace el ganador
En la eterna carrera contra sí mismo, en la pista de la innovación, Netflix lo hizo una vez más. El 28 de diciembre pasado estrenó Bandersnatch, su primer film interactivo para un público adulto, enmarcado dentro del distópico mundo de Black Mirror. ¿Qué lo hace “interactivo”? Que es el usuario quién decide la trama de la película, a través de una numerosa cantidad de elecciones que va tomando a medida que transcurre el film. Si todavía no la viste, separá entre 90 minutos y 2 horas de tu tiempo (o más de 5 horas si querés recorrer cada minuto filmado) y dale play.
Buena parte de sus detractores afirman, no sin cierto grado de razón, que este componente interactivo no es nada original. Quizás la referencia más obvia, pero también la más lejana, es la ochentosa colección “Elige Tu Propia Aventura”, referencia explícita en Bandersnatch como homenaje y antecedente directo.
Los gamers quizás sean el grupo que experimente la grieta más profunda entre fans y detractores de la propuesta de Netflix. La supuesta novedad es moneda corriente en el mundo de los videojuegos, y según el criterio que se utilice, pueden encontrarse antecedentes hasta casi 40 años atrás. ¿No es el clásico Dragon’s Lair una película interactiva al fin y al cabo?
Algunos podrán decir que todos estos, al fin y al cabo, son primos lejanos: nadie había lanzado un film interactivo propiamente dicho hasta ahora. ¿Verdad? No, mentira. Cuando esta década recién comenzaba, varios exponentes aparecieron, distribuidos no sólo en formato online sino también con participación de los espectadores en las salas.
¿Entonces? ¿Estamos en condiciones de afirmar que Netflix fue el primer medio en producir y distribuir de manera masiva un producto de este tipo? Ay, tampoco. En enero del 2018, de la mano del exitosísimo director Steven Soderbergh y con toda la banca que HBO te puede dar, se estrenó Mosaic, un experimento disponible en dos versiones: una interactiva a través de una app y una lineal que se emitió por la cadena devenida en competidora de Netflix.
Aún cuando no tengamos disponible la data de visualizaciones, interacciones y otras métricas que nos servirían para comparar el impacto de ambas propuestas (¿se acuerdan cuando se usaba el “rating” como medida? ¡ja!), tenemos Google Trends que nos puede ayudar a comparar el impacto de una contra otra. Aún cuando la data de Bandersnatch está fresca, ya tenemos un claro ganador por amplia mayoría (impacto multiplicado por 5 y contando):
¿Cómo se explica esto entonces? ¿Los gurúes de la internet no nos enseñaron que llegar primero era lo único que importaba para ganar?
El ejercicio de búsqueda de causas no debería venir por el lado de la calidad de la producción, el guión o los nombres del elenco. Ambas propuestas cuentan con suficientes papeles como para competir en condiciones de igualdad. Miremos en otro lado:
- Netflix tiene hoy un peso en la industria que ninguno de sus competidores tiene y eso le permite generar más impacto, más rápido. En algunos casos, el pez más grande todavía se sigue comiendo al pez más chico.
- La propuesta interactiva de Netflix (a diferencia de la que usó Mosaic) está completamente integrada en su plataforma, haciendo la experiencia de usuario mucho más natural y transparente.
- Demostrando que aún no aprendió del todo la lección con la serie más pirateada de la historia, HBO sigue sin entender que el mundo es global y conectado. La aplicación de Mosaic se lanzó solamente para Estados Unidos dejando fuera al resto del mundo y perdiendo así la posibilidad de generar un impacto significativo.
Bandersnatch abre un nuevo mundo de posibilidades para la producción de contenidos audiovisuales siendo, de alguna manera, una demo de todo lo que se puede hacer. Lejos de ser el film interactivo perfecto, su verdadero mérito está en haber logrado la tracción necesaria para que esta modalidad se empiece a considerar seriamente a futuro. Llegar primero está sobrevalorado: hay que llegar, imponerse y mantenerse. Pequeño desafío.