Reseña: Hackearán tu Mente

Reseña: Hackearán tu Mente

Antes que nada quiero decir que me siento un poco engañado. Resulta ser que no sólo los piratas informáticos usan trucos; los editores también tienen los suyos. El último libro de Ariel Torres, el gran divulgador de la revolución digital e Internet (como es descripto en la contratapa), se presenta como un compendio de artimañas de ingeniería social cuando en realidad es un libro sobre seguridad informática. Entretenido, ameno, abarcativo, pero un libro sobre seguridad informática al fin. Sí, emosido engañado.

Si nunca leíste las columnas de Ariel en La Nación deberías hacerlo. La pluma florida no abunda en temas tecnológicos y a Torres le sobra tanto conocimiento técnico como capacidad para contar una buena historia, siendo capaz de acercar de manera exitosa los temas más complejos al público en general.

A mi criterio el logro más importante del autor en “Hackearán…” es la escritura multinivel. Como si fuera una película de Pixar o de Laika, el texto funciona perfectamente bien en distintas capas, dónde cada lector interpretará conceptos acorde, en este caso, a su nivel de expertise técnico. No es fácil tirar un montón de palabritas mágicas como exploits, backdoors y DDoS y salir bien parado con ambos grupos a la vez. Chapeau!

No sólo el espectro (¡amplísimo!) de temas relacionados con la seguridad informática está muy bien cubierto sino que se las arregló para cubrir algunos conceptos relacionados que, aunque exceden la temática, aportan mucho a la divulgación tecnológica como, por ejemplo, el poder de cómputo de los smartphones (hola Ley de Moore) y los ampliamente difundidos mitos sobre los conocimientos técnicos “innatos” de los milennials.

Destaco especialmente un par de capítulos que me parecen valiosos como aportes en sí mismos: un completo glosario sobre jerga informática (en el capítulo 16), perfectamente comprensible sin por ello perder rigurosidad y un capítulo (el 18, “Qué hacer si todo sale mal”) con la cobertura de los aspectos legales en nuestro país y un compendio de contactos para tomar acciones directas.

Nos queda lugar para alguna perla negra (como diría el inefable Guillermo Nimo), por supuesto. Quizás por la amplitud de los temas, el libro termina siendo un poco (bastante) desordenado, resultando en un montón de anécdotas sin conexión aparente, con un abuso sostenido de la primera persona y un formato repetido en las mismas (<fui presentado al engaño y, justo cuando estaba por caer, descubrí la trampa>).

Todos los libros de tecnología corren el riesgo de sufrir una rápida obsolescencia, inevitable ante el frenético ritmo al que cambia la misma. Y Ariel Torres, que conoce perfectamente eso, diseña estrategias y trama tácticas para evitar que, en lo posible, su libro caiga en ese lugar. No hay mejor regla que enseñar a usar la cabeza y razonar. No importa cuánto tiempo pase y cuánto cambien las cosas, esa es la que va.